Seis personas murieron cada día en 2018 tratando de cruzar el Mediterráneo.
Según el informe Travesías Desesperadas de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) los refugiados e inmigrantes que intentaron llegar a Europa a través del mar Mediterráneo perdieron la vida a un ritmo alarmante en 2018, dado que la reducción de las operaciones de búsqueda y rescate contribuyó a reforzar la posición de esta ruta marítima como la más mortífera del mundo.